Por eso llorabas.
Llorabas mi niña, que un ángel en su ángel recordaba.
Y tenia nostalgia de cielos y los cielos la aguardaban.
Una nube siempre lleva su nombre para que vaya a dormir.
Dormir el sueño de una niña ángel que vive en si, en la piel suave que es de ti.
Rogaría a ese dios que hace olvidar que las niñas son ángeles, que te diera a ti un amor que te permitiera sentir que, eres un ángel, aunque, no estando en el cielo, permanezcas aquí.
...no le busques sentido, no lo tiene. miguel mochales, maestro zen
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